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Las telangiectasias y las venas notorias en las piernas son muy frecuentes en las mujeres. Las telangiectasias en las piernas desagradan pues no son atractivas. Las telangiectasias de las piernas son parte de la enfermedad de insuficiencia venosa de los miembros inferiores que lleva a la aparición de las varices de las piernas. Una vez aparecen las varices de las piernas la cirugía está indicada pues la enfermedad puede progresar hacia el edema en los tobillos, dolores en las piernas y úlceras. Durante los últimos 50 años se han dado grandes pasos para tratar esta condición. La escleroterapia y el láser.

Escleroterapia y láser:

La escleroterapia es hecha por la inyección dentro del vaso de una substancia especial que genera una respuesta que conlleva a que el vaso se desaparezca. El láser actúa desde afuera al ser mayormente captado por la sangre del vaso más que por la piel. El procedimiento es más seguro en la medida en que las opciones se tomen en conjunto más que el énfasis dado en particular a la escleroterapia o el láser. El análisis del cirujano llevará a decidir cuando puede ser adecuada la cirugía teniendo en cuenta el tamaño y grosor de los vasos.

La escleroterapia tiene mejores resultados aplicada en vasos de pared delgada. Los láseres vasculares de piel en los vasos más finos, de muy difícil punción. La cirugía es más fácil en los vasos más gruesos.

Una limitación de la escleroterapia es la presencia de hiperpigmentaciones. Estas ocurren como manchas sobre los sitios en donde estaban presentes los vasos. Una vez aparecen el tratamiento se debe enfocar en evitar que progresen por medio de los drenajes de la sangre atrapada dentro del vaso, la cual genera una actividad inflamatoria promotora de reacción pigmentaria. Si estos drenajes no son hechos, pueden no desaparecer otras muchas complicaciones como manchas, hematomas e inflamaciones. Nuestros resultados con el láser de Rubí Q-Switched son buenos cuando se instaura la mancha.

Otra limitación de la escleroterapia es la imposibilidad técnica de puncionar vasos muy pequeños. Este trabajo le queda más fácil al láser en muchas ocasiones.

Frecuentemente puede ocurrir el fenómeno llamado entremado en el curso de tratamientos con escleroterapia. El entremado es la coloración rojiza alrededor y en la zonas tratadas derivada de vasos mucho más pequeños los cuales, pueden persisitir por mucho tiempo. Esta reacción puede ser evitada utilizando dosis más bajas y evitando concentraciones altas de compuesto esclerosante.

Los láseres tienen también limitaciones. Son más caros, más dolorosos para el paciente e involucran mayor cantidad de sesiones. Además los láseres no pueden llegar tan profundo como la escleroterapia.

La cirugía es la mejor solución para los vasos más grandes pues evita las seguras complicaciones relativas a la hiperpigmentación generadas por la escleroterapia aplicada en los vasos más grandes. La cirugía directa no aplica para los vasos más pequeños.

En conclusión sin importar la condición, el análisis apropiado del caso llevará a obtener los mejores resultados si cada opción de tratamiento se toma sin mayor preferencia por alguna de ellas.

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ADRIAN RÍOS, M.D.

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Última modificación: Junio 5, 2012