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El tratamiento con Balón Intragástrico no es mas que la colocación de un balón de silicona en el interior del estómago, de manera que ocupa buena parte de la capacidad habitual del estómago, creando un doble efecto:

1) Sensación de plenitud después de haber comido una cantidad pequeña de alimentos. 2) Sensación de control de la ansiedad por los alimentos, eliminando el círculo vicioso hambre-ansiedad-hambre. 

Grado de eficacia y evolución de la misma

El Balón Intragástrico puede estar colocado durante seis meses como máximo, por corresponder a la caducidad del balón.

La eficacia del Balón Intragástrico cambia durante estos 6 meses; Inicialmente y durante los primeros tres meses produce un efecto terapéutico muy intenso, y el paciente sigue muy fácilmente una pauta dietética que se le recomienda. 

A partir de aquí, su eficacia disminuye progresivamente hasta el 6º mes, donde su eficacia es mínima. Este es el motivo fundamental por el cual se han dejado de utilizar los segundos Balones (sustituir el balón a los 6 meses por otro nuevo), debido a su inutilidad.

En realidad este ritmo decreciente del efecto del Balón Intragástrico es positiva, porque nos permite que el paciente no sienta un hambre voraz o sensación de vacío intenso, cuando se retira el balón. Además, los especialistas que sabemos que si el paciente pierde peso el último mes del tratamiento con balón, lo hace por mérito propio y gracias al balón, lo que pronostica un verdadero cambio de hábitos en ese paciente. 

De lo que se trata por tanto, es de  “cambiar los hábitos dietéticos y de estilo de vida” desde el primer día de tratamiento, donde el Balón Intragástrico aporta una ayuda muy importante. Después cuando la “ayuda del Balón” se va mermando, el paciente no tiene que notar esa pérdida de ayuda, sino simplemente continuar con las nuevas pautas aprendidas, de tal manera que no es consciente de ese cambio. 

Con un Balón  se pueden perder entre 14 y 30 kg. de peso, dependiendo del número de kilos sobrantes y de la altura y composición corporal del paciente. En realidad lo importante es el IMC final, que debería ser siempre menor de 27-28, equivalente a sobrepeso (y no obesidad) moderado. Ver tablas de grados de obesidad en www.obesitas.es. 

La experiencia es que cuando el IMC después de la extracción del Balón es mayor de 33-34, el paciente con los meses acaba recuperando el peso perdido, e incluso padece un efecto rebote.
Y ese es el límite del uso del balón en nuestra experiencia; cuando el paciente no va a conseguir después del tratamiento con Balón, un IMC< de 29, es mejor recomendar un tratamiento definitivo, mediante una intervención quirúrgica de obesidad.

Grado de éxito del tratamiento con Balón Intragástrico.

Resulta imprescindible el apoyo del paciente por un equipo de distintos especialistas, durante los 6 meses que el paciente lleva el Balón en el estómago. Sólo en estos casos pierden una cantidad de peso satisfactoria para el propio paciente el 85% de los pacientes tratados.

La experiencia de colocar un Balón y seguir simples consultas de control médico, ha dado muy malos resultados, y los pacientes recuperan el peso perdido inicialmente incluso antes de retirar el Balón. 
La característica fundamental de nuestros pacientes es, que han acudido a las consultas del psicólogo, dietista y endocrino, y finalmente han cambiado sus hábitos dietéticos y de estilo de vida.

Nuestra experiencia en la evolución del peso perdido con el tiempo

En nuestra experiencia, el 85% de pacientes que han perdido peso de forma satisfactoria, cercana a la prevista, y que por tanto están satisfechos con el resultado, no solo han sido capaces de mantener el peso y no volver a engordar, sino que han seguido perdiendo peso después de la retirada del Balón con una media de 3 kilos más, 6 meses después de la retirada del Balón (o al año de iniciado el tratamiento).

Estos resultados los hemos presentado recientemente en el Congreso Nacional de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Zaragoza 2007. Ver mas detalles de nuestros resultados con el Balón (Congreso Nacional SEEDO-Zaragoza 2007) 

El ejercicio físico y la dietas, una vez mas, claves para evitar el fracaso terapéutico con Balón.

Es importante “saber a lo que se va”, y tener en cuenta que no hay milagros ni aun utilizando un Balón Intragástrico.

Es decir, ¿el paciente tiene que hacer dieta? SI, ¿el paciente tiene que hacer ejercicio? SI, ¿el paciente tiene que cambiar sus hábitos para siempre? SI, SI. ¿Y entonces que hace el Balón?: Ayudar al paciente a conseguir lo que no ha podido hacer con cualquier otro tratamiento anterior.

El Balón Intragástrico no sustituye una operación de obesidad.

Esta es una cuestión que muchos pacientes preguntan en la consulta, sin atender muchas veces a lo mas sencillo: si la obesidad es una enfermedad crónica, ¿Puede un tratamiento que sólo es eficaz durante 6 meses curarla para siempre? 

La obesidad mórbida tiene unas características biológicas especiales, multifactoriales, que hace que resulte casi imposible mantener la pérdida de peso a largo plazo, y por el momento, las operaciones de obesidad son el único tratamiento definitivo posible. 

Visiten para mas información: Clínica Obésitas – Balón Intragástrico

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