Diferencia entre oftalmólogo y optómetra,
¿la hay?
Natalia Pepermans
Jefe de Prensa,
DRA. CAROLINA URIBE
Para comenzar, cabe aclarar que la mayoría de las recetas o medicamentos para solucionar problemas en la vista, requieren de una prescripción médica. En cuyo caso, no existe diferencia entre oftalmólogo y optómetra, sino que, en definitiva, ambos realizan un trabajo en equipo, en el que es preciso realizar un estudio específico de cada paciente, antes de indicar el uso de anteojos o lentes de contacto.
La primera consulta tiene el principal objetivo fijar el tratamiento adecuado, evitando que las afecciones se agraven o se vuelvan más peligrosas para la salud del paciente. Por esta razón, es muy peligroso que, hoy en día, las personas busquen soluciones en internet o en centros que no están capacitados para el manejo de las patologías visuales.
Bajo la responsabilidad de brindar información precisa y responsable, en el presente artículo, solicitamos la colaboración de la Dra. Carolina Uribe, optómetra especializada en niños y adultos. Junto a ella, daremos a conocer datos certeros y estableceremos la diferencia entre un médico oftalmólogo y un optómetra.
¿Cuál es la diferencia entre oftalmólogo y optómetra?
Es necesario tener en claro que la salud no es negociable. En lo que se refiere a la consulta, no hay mayor diferencia entre oftalmólogo y optómetra. En todo caso, cualquiera de los especialistas mencionados, puede recomendar las respectivas derivaciones a otras especialidades, de ser necesario. La discrepancia más importante reside en realizar una consulta con un especialista o con quienes solo dicen serlo.
Oftalmólogo
Los médicos oftalmólogos se encargan de realizar el diagnóstico, aplicar tratamiento y brindar prevención de las enfermedades de los ojos. Para lograr un tratamiento correcto, el oftalmólogo puede prescribir medicamentos, anteojos o lentes y realizar cirugías. Los oftalmólogos pueden tratar cualquier tipo de enfermedad relacionada con la vista y los ojos. Algunos se especializan en áreas diferentes, tales como: la córnea o la retina. Incluso, algunos médicos oftalmólogos, tienen especializaciones en ciertas enfermedades del sistema visual como el glaucoma.
Es importante mencionar que tanto la oftalmología como la optometría, son carreras universitarias. Las cuales le otorgan a cada médico la habilitación para realizar sus prácticas y establecer diagnósticos y prescripciones. Los médicos oftalmólogos, se gradúan en medicina y, además, en cirugía, que es la principal diferencia entre oftalmólogo y optómetra. Luego de este título, los oftalmólogos pueden formarse para el tratamiento específico de alguna patología ocular específica.
Ambos realizan un trabajo similar al aplicar tratamientos para mejorar los aspectos de la salud visual. Por consiguiente, aunque el trabajo que realizan y la formación que reciben, durante su preparación, son diferentes, ambos especialistas trabajan de manera mancomunada para lograr los mejores resultados para el paciente.
Optómetra
El optómetra está formado específicamente en la función física de la visión. Sus principales funciones son:
Ayudar en los procesos de prevención de disfuncionalidad visual
Establecer el estado y funcionamiento de las partes del sistema visual, encargadas de la función acomodativa de la vista.
Reconocer la necesidad de realizar entrenamiento visual y realizarlo
Indicar sistemas preventivos y proponer tratamientos para patologías como el estrabismo, hipermetropía, presbicia o miopía.
Detectar enfermedades y realizar el seguimiento postquirúrgico de pacientes.
Adaptación y prescripción de lentes de contacto, tanto rígidos como blandos, y gafas.
Educar al paciente en el manejo y mantenimiento de los lentes de contacto y los anteojos.
Lamentablemente, los problemas en la visión son también frecuentes en edades muy tempranas. Incluso pueden ser adquiridos por una enfermedad contraída o debido a factores genéticos. Respecto a esto existe un aspecto muy importante que no se debe dejar de mencionar y es que, cuando el paciente es pequeño, el especialista al que se debe acudir es a un médico especialista en niños. En el caso de un optómetra, es necesario acudir a un optómetra pediatra, no sólo por la preparación que tienen estos especialistas, sino por la capacidad que poseen para generar un acercamiento, que permite que el niño colabore con el tratamiento.
¿Cuáles son los riesgos de no acudir a un optómetra?
Los lentes de contacto o gafas requieren de una adaptación especial, en función al diagnóstico de cada paciente. Para ello, el optómetra realiza un examen mediante la utilización de instrumentos o dispositivos de obtención de imágenes. Estos equipos permiten medir la agudeza visual de cada paciente, para detectar con exactitud las enfermedades visuales. Generalmente, el comercio de anteojos y lentes de contacto en grandes cadenas de ópticas o en internet, aún con la receta de un médico oftalmólogo, representa varios riesgos:
La atención personalizada y el seguimiento del paciente
El principal problema es el de la atención del paciente. Estos sitios, consideran al paciente como un número o una estadística, en la que, por lo general, los empleados que lo atienden cobran comisiones por venta. Probablemente, este sea uno de los aspectos más peligrosos en el sistema sanitario. Además de estas razones, el seguimiento de la enfermedad, es uno de los factores más importantes a la hora de lograr el éxito. Con esto último, damos por entendido la importancia que tienen los médicos optómetras, particularmente, en la mejoría de la calidad de vida de cada paciente.
La calidad estandarizada
La calidad de los lentes hará la diferencia en los resultados obtenidos. El problema con la fabricación de los lentes estandarizados es que la calidad es notoriamente inferior, al igual que su composición.
Generalmente, los lentes que se pueden adquirir en las grandes ópticas o en internet, se ofrecen desde un mostrador, donde la única diferencia entre uno y otro es la estética de los armazones y el precio. Lo cual, es una de las primeras razones por las que se recomienda consultar con un optómetra, puesto que, con seguridad, aquellos que son fabricados y ajustados a la medida del ojo de cada paciente son la mejor alternativa.
La importancia de la graduación específica para cada paciente
Es muy habitual encontrar, ya sea en farmacias , en tiendas o en línea, anteojos de lectura. El riesgo que el paciente corre, con estos productos, reside en que cada una de estas gafas están fabricadas con una graduación fija. Por esta razón, raramente se puede encontrar el lente correcto. Generando, a lo largo de su uso, que los problemas en la salud visual se agraven. Adicionalmente, puede suceder que cada ojo requiera una graduación diferente, para lo que es fundamental un examen previo con un optómetra, asegurando que el lente se ajuste a los requerimientos reales.
Las particularidades de cada paciente
Uno de los aspectos fundamentales, es que cada paciente presenta una distancia diferente entre una pupila y la otra. Por consiguiente, este aspecto debe tenerse en cuenta a la hora de indicar un anteojo. Cuestión que no sucede con los armazones que se fabrican en molde o con la producción masiva.
La educación del paciente y su adaptación
Una vez indicado el tratamiento correcto, es fundamental que el paciente aprenda a utilizar los lentes. La mayoría de los pacientes creen que tienen una fecha de vencimiento. Sin embargo, cabe aclarar, que la principal razón de su durabilidad es el mantenimiento de los mismos. La higiene, la utilización de las soluciones adecuadas y el uso correcto, son esenciales para que el tratamiento correctivo sea adecuado y perdure en el tiempo. Estos aspectos se logran con el seguimiento de un optómetra.
Las garantías de los lentes
Más allá de la seguridad que proporciona la atención de un especialista, las garantías que le brindan al paciente son indispensables. Los optómetras formulan y realizan las indicaciones, supervisando al paciente detenidamente durante el proceso, por lo que en el caso que se requiera realizar modificaciones en el lente o el anteojo, el mismo médico podrá solicitar los ajustes al laboratorio.
Oftalmólogo y optómetra entre diferencia y semejanza
A rasgos generales, en lo que se refiere al diagnóstico y tratamiento de trastornos de la vista, la única diferencia entre oftalmólogo y optómetra es que el oftalmólogo posee la preparación para realizar procedimientos quirúrgicos, el optómetra no. A fin de cuentas, ambos especialistas realizan trabajos esenciales y en la mayoría de los casos complementarios. Por ejemplo, antes y después de una cirugía de la vista es posible que el encargado de la preparación y del tratamiento posterior sea el optómetra, cumpliendo una función de suma importancia dentro del sistema sanitario.
Hoy en día, el acceso a las redes informáticas permite, en muchos casos, acercar información de calidad en menor tiempo. Sin embargo, esta herramienta es una delgada línea, que no debe cruzarse cuando se trata de la salud, en la que, en ningún caso, se debe reemplazar los servicios de internet por las indicaciones de un especialista. Mucho menos aún, cuando los principales factores que influyen en el éxito de un tratamiento son la consulta, el diagnóstico y el seguimiento.
En conclusión, existe una sutil diferencia entre oftalmólogo y optómetra. Sin embargo, el paciente puede acudir a cualquiera de estos especialistas ante dificultades en la visión y, en todo caso, el médico analizará la correspondiente derivación.
Natalia Pepermans
Jefe de Prensa,
DRA. CAROLINA URIBE
Optómetra