La definición de la punta, da una imagen mas femenina, incomodando con frecuencia al paciente masculino, por lo que debe evitarse al máximo buscar una punta demasiado fina, la no rima con un dorso ancho y unas alas grandes, así estas dos estructuras hayan sido previamente modificadas en búsqueda de esa concordancia que busca hacer el resultado agradable quien lo luce.

Lo que en cirugía plástica se conoce como ángulo nasolabial, que es el ángulo que se puede dibujar entre la base horizontal de la nariz y la piel vertical del labio, estéticamente hablando cobra vital importancia a la hora del resultado final, en hombres no debe sobrepasar los 90º , para evitar ver una apariencia de mujer, mientras que en ellas se acepta hasta 110º sin que se note “respingada” en exceso.

En la vista frontal, al hombre pareciera afectarlo mayormente la amplitud de las alas, un rasgo muy marcado en los individuos de raza negra y mestiza, mientras la mujer menos frecuentemente requiere en una rinoplastia la corrección de las alas nasales, salvo en las de raza negra preferiblemente.

Por el contrario en la vista basal, es decir desde abajo, mientras el hombre prefiere una forma elíptica de sus narinas (orificios nasales), a la mujer podría parecerle mas graciosa y femenina una forma fusiforme, es decir con cierta tendencia a tener puntas. Aunque los dos guardan mayor conjunción de criterios en lo que a tamaño se refiere.

Aunque es la técnica quirúrgica la que cambia para acomodarse al paciente, aun existe la errónea tendencia a pensar entre la gente, que se puede buscar parecer alguno o todos su rasgos físicos a los de otra persona, generalmente algún famoso el cual es tomado como modelo por el paciente para sugerir los cambios. 

Es importante como cirujano plástico, antes que intentar semejar la apariencia de un modelo, que probablemente no sea la opción mas adecuada para el paciente, encaminar su esfuerzo a realizar el mejor cambio acorde con el sexo, raza, y naturalmente a sus expectativas.