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JULIÁN ALVAREZ, M.D. | ANDRÉS LUQUE, M.D. | |
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Se presenta el caso de una paciente joven con antecedentes de cicatrización hipertrófica, con un lunar de la región lateral izquierda del cuello de crecimiento progresivo en los últimos años, al cual se realizó intervención con láseres de Erbio-yag y CO2, con técnica de vaporización. Durante la evolución se requirió realizar un retoque por recurrencia de una fracción del lunar. |
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Resección con láser de un nevo melanocítico de la zona lateral del cuello. (Primera fotografía escaneada de fotografía de papel) |
La mayoría de intervenciones que comprometen el cuello tienen consecuencias estéticas. Las resecciones de lunares y fibromas en el cuello con bisturí o electrobisturí generalmente son más amplias en área y en profundidad para alcanzar una debida aproximación de los bordes, con mayor riesgo de generar una cicatriz inestética. Todos hemos visto las cicatrices posteriores a cirugía de tiroides y algunas resecciones amplias de lunares y fibromas en el cuello. Esto se debe a la alta movilidad de la piel debido a su proximidad con el músculo platisma y a sus características de menor grosor que la piel de la cara. La alta movilidad en general ensancha los cierres primarios de las resecciones debido a que se dilatan los bordes de la cicatriz con el paso del tiempo, limitando este abordaje sólo para lesiones muy pequeñas. Afortunadamente el grosor de la piel lleva a la condición de que estas lesiones son muchas veces muy superficiales y pueden ser vaporizadas siempre y cuando sean de tamaño mínimo. Los fibromas por ejemplo son de base estrecha y algunos son tan pequeños que sólo se sienten al tacto, pero deben retirarse porque pueden crecer rápidamente en cualquier momento. Lesiones mayores de 5 mm de diámetro requieren un juicio muy exacto en cuanto a la evaluación de la profundidad. Es por esto que lesiones de tamaño > 5mm por lo general son mejor abordadas con afeitado, el cual es una técnica simple con láser, más difícil de realizar con bisturí cuando la lesión es plana. Con láseres del tipo Erbio-YAG y CO2 se consigue una visualización más clara del nivel de profundidad y se pueden realizar retoques con otro tipo de láseres para tratar los sitios en donde pueda persistir lunar. La finalidad del uso del láser con lunares y fibromas en el cuello es muy clara: evitar secuelas visibles como fibrosis, eritema persistente, hiperpigmentación postinflamatoria, atrofia, y/o persistencia de la lesión1. La recuperación postoperatoria generalmente es rápida, sugiriéndose evitar la exposición solar durante los dos primeros meses posterior a la resección. 1Wheeland, R. Cutaneous Surgery. W.B. Saunders Company. First ed. |
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Última modificación: Junio 13, 2014 |