PROFESOR DE LÁSER MÉDICO EN LA ESPECIALIDAD DE MEDICINA ESTÉTICA , UNIVERSIDAD DEL ROSARIO |
Uniláser Médica |
Bogotá, Colombia |
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Para retirar las verrugas del cuello existían opciones no muy agradables antes del láser. El láser lo comenzó a utilizar Uniláser Médica en el año 1991 para retirar las verrugas del cuello, debido a su extrema precisión, pues cortarlas o quemarlas causaba más inflamación. Parecía desproporcionado en aquel entonces utilizar láser y el microscopio en estas aplicaciones, pero nuestros pacientes respondieron y vimos como con el láser de CO2 bajo la guía del microscopio se podía retirar las más pequeñas, tratar más lesiones por sesión y se podía retirar las verrugas del cuello más grandes con mayor precisión y excelente cicatrización. No retirar las verrugas del cuello más pequeñas había sido una opción común, pero el inconveniente de dejarlas sin tratar es que crecen y cuando crecen, su resección conlleva a cicatrices y mayores molestias para el paciente. Los fibromas laxos, pólipos de la piel y queratosis seborreica son crecimientos caprichosos de estructuras dérmicas y epidérmicas que crecen con frecuencia en la piel. Su coexistencia hace que la gente y los médicos usualmente las llamemos “verrugas.” Hay cierta predisposición en algunos pacientes a que se ubiquen en las áreas de los pliegues, en especial si se ha subido de peso como si el roce de la piel influyera en la génesis de nuevas lesiones aparte de irritar las más grandes. Su incidencia aumenta con la edad y su resección tiene principalmente motivaciones estéticas aunque pueden inflamarse por pequeños traumas y causar molestias. Pueden crecer durante el embarazo de forma muy exuberante o a veces ser solitarias incluso en niños. En nuestra experiencia es mejor quitar todas las lesiones que se observen y se toquen así se requiera hacerlo en varias etapas puesto que de esta forma no solamente se obtienen mejores resultados a largo plazo sino también se evitan cicatrices. El procedimiento requiere un entrenamiento en el uso conjunto del láser y el microscopio el cual con la práctica lo hace más fácil de realizar. Posterior a la sesión las costras caen en pocos días y por lo general no generan inflamación. En caso de observarse enrojecimiento o dolor debe instaurarse antibióticos tópicos a lo cual responden muy rápidamente los pacientes. |
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OLGA HELENA URIBE CASAS, M.D. |
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Última modificación: Junio 5, 2012 |